Parte 2
Oscuridad
Oscuridad
A pesar de haberlo
intentado, no logre impresionar ninguna foto con lo que vi hoy (o debería decir
con lo que no vi?). Se puede escribir sobre lo que uno no vio e incluso
ilustrarlo con una imagen sin haber tomado una sola foto?
Lo voy a intentar.
Lo voy a intentar.
En Luanda el suministro de
energía eléctrica es un gran problema. La infraestructura quedo muy afectada después
de 27 años de guerra civil, también hubo una inmigración enorme de gente que se
vio desplazada hacia la capital huyendo de las zonas de combate y, por último,
la explosión de inversiones y emprendimientos que llegaron del exterior atraídos
por el brillo de los diamantes y el olor del petróleo hicieron que la red
eléctrica tenga una demanda por arriba de su capacidad.
Prácticamente todos los días tenemos cortes de energía, obviamente no son programados y duran entre 2 horas y 4 días. Ya me contaron de un corte que duro un mes. Si, un mes sin energía en una ciudad con clima tropical/ecuatorial, imagínense eso.
En la casa donde vivo, y en
todas las casas que pueden pagarlo hay un generador eléctrico movido a diesel.
Tiene el tamaño de un auto pequeño, lo mueve un motor Perkins turboalimentado y
un tanque de combustible de 500 litros. Está afuera, y cuando se corta la
energía se lo escucha levemente desde dentro de la casa. Si salgo, escucho
también los de los vecinos.
Conozco otros extranjeros
que viven en un barrio cerrado, ellos tienen un generador por calle. Son unos
monstruos del tamaño de un conteiner y están emplazados en los boulevard y son
de partida automática (cuando falta la energía encienden solos), no como el
nuestro, que a pesar de tener el tablero de comando dentro de la casa, cada vez
que hay un corte hay que ir a encenderlo (ya me sorprendió en todas las
actividades posibles, desde apagones en la ducha a cortes en mitad de una película).
Algunas personas de clase
media/baja tienen generadores pequeños, que solo pueden abastecer un tiempo la
heladera, o algunas luces, o la TV y una luz (pero no todo a la vez). Cuando se
corta la energía sacan los generadores a la vereda y entran con un alargue.
Y acá llegamos a lo que
quería contarles: la gran mayoría de las personas aquí son muy pobres: ellos no
tienen generador.
Hoy por la noche entramos
con la camioneta en un barrio humilde. Las casas eran de material con techo de
chapa. Ya vi barrios enteros con casas de madera, cartón y chapa, por lo que
este que yo visite no debería ser de los peores.
Nos desviamos de la ruta,
salimos del asfalto por una calle de tierra con algunas luces que llegaban de
algunas casas con generador y conforme avanzábamos, la calidad arquitectónica
fue bajando y la oscuridad aumentando. En un momento dado
la oscuridad fue total y absoluta, solo se veían las
luces de la camioneta. Las apagamos y todo quedo negro, absolutamente negro.
Lentamente mis ojos se
fueron acostumbrando a la oscuridad y pude apreciar el
mundo como lo ven las personas que (mal) viven ahí: una calle de tierra que se
insinuaba unos pocos metros por delante, charcos de agua sucia. Las casitas,
sin vereda, tienen sus puertas sobre la calle. Figuras de hombres y mujeres se movían
en la oscuridad, y en algunos casos solo se adivinaba el
brillo de unos ojos o de sus dientes. Chicos jugando juegos sin juguetes y
algunos vendedores sentados en el piso frente a su magra oferta de productos, insistiéndole
a una jornada laboral larga y mezquina.
El silencio asustaba, sin
energía durante tanto tiempo, no se escuchaba una sola radio, ni una sola nota
musical. Solo algunas voces, tímidas. También había algunas luces, venían de
alguna que otra linterna o celular y de candiles de aceite, algunos hechos con
latas y otros con botellas de vidrio. Sus llamas amarillas, se movían
lentamente con el escaso viento que no colaboraba en al menos refrescar un
poco, y despedían un humo denso que pronto se perdía en la oscuridad
de la noche, la noche de Luanda.
La imagen es un dibujo hecho con el paintbrush y unos fotomontajes de unas figuras extraidas de internet
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